Este Blog ha sido creado por Fernando Pisón y Daniel Lozano con el objetivo de dar a conocer todo nuestro camino, de principio a fin, en la preparación de nuestro primer Ironman. Para ello iremos publicando nuestras experiencias, consejos, artículos técnicos e información general que puedan ser útiles para captar nuevos adeptos a esta disciplina y ayudar a todas las personas que hayan decidido convertirse en hombres o mujeres de hierro.

Estáis todos invitados a escribir y colaborar en este blog.

Bienvenidos... y nos vemos en la meta!

martes, 29 de noviembre de 2011

Crónica Ironman de Cozumel Daniel Lozano

3:00am. Suena el despertador.
Por fin ha llegado el gran día para disfrutar el trabajo de más de un año de entrenamiento, muchas pruebas de preparación, viajes y algunos sacrificios.
A pesar del madrugón no siento tener sueño. Las bolsas de material ya estaban preparadas y entregadas desde la tarde anterior al igual que las bicis, por lo que únicamente teníamos que desayunar y vestirnos con la ropa para nadar y comenzar la prueba.
Vamos al lobby del hotel donde se ha montado un desayuno continental. Somos de los primeros en llegar. Entre toda la variedad que se ofrece, destacan en los platos la fruta y las tostadas. Nos metemos entre pecho y espalda un desayuno potente pero sin excesos y regresamos a la habitación a descansar. El bus de la organización nos recoge a las 5am. La organización del evento es espectacular. En seguida se llena el autobús y los acompañantes tienen la deferencia de dejarnos a los participantes sentarnos en los asientos. Hay mucho respeto a todos los participantes y la verdad que se agradece.
En el camino caras de concentración. Fer saca su reproductor de música y de camino escuchamos un par de canciones motivantes mientras reflexionamos sobre la prueba que vamos a comenzar y todo lo que hay montado a nuestro alrededor. Se respira un ambiente deportivo de élite del que es imposible aislarse.

Llega el autobús al parque de Chankanaab, delfinario y lugar de salida de la prueba. Los coches con participantes y acompañantes se amontonan a lo largo de la carretera mientras nos adentramos a la zona de participantes para dar los últimos retoques a las bicis (presión de las ruedes y ajuste del cuentakilómetros) y proceder al remarcaje de los números en brazos y piernas. El sol aparece resplandeciente bajo un cielo despejado de nubes y un mar en calma de color turquesa cristalino. Las condiciones son perfectas para la práctica de la natación.

La organización hace una llamada a los pros para que vayan acercándose a la zona de salida, mientras que el resto de participantes aguardamos aún en la playa de la entrada del delfinario. Desde allí podemos observar como se lanzan al agua con sus gorros blancos algunos triatletas de élite como Alejandro Santamaría, al que tuvimos la oportunidad de saludar esa misma mañana y que a la postre obtendría una meritoria medalla de bronce.

Suena la bocina y los profesionales comienzan a nadar. Inmediatamente los jueces proceden a llamarnos a entrar al delfinario, a la zona de salida. Atravesamos todo el pantalán ante los vítores de todos los familiares y seguidores. Llegamos a la zona de nuestra hinchada y nos llevamos una gran sorpresa al ver que teníamos una valla publicitaria cubierta con dos banderas de apoyo con nuestros nombres. Este momento fue realmente especial, y unido a la adrenalina previa al momento de salida provocó que fuese imposible no emocionarnos antes de comenzar a nadar.

Seguimos avanzando por la pasarela con la motivación por las nubes, ya ansiosos por empezar. Alcanzamos por fin el extremo opuesto del delfinario mientras los delfines jugaban en el agua a las órdenes de sus entrenadores, dimos un último saludo a los aficionados desde la lejanía y saltamos al agua ya con el gorro naranja puesto y las gafas de natación.
El agua está buenísima, 27ºc y ni una sola ola. Nos mantenemos a flote mientras llegan al agua el resto de participantes y poco a poco avanzamos hacia la línea de salida marcada con una boya y unos kayaks. A falta de 4 minutos Fer y yo nos despedimos. Nos damos un abrazo y cada uno va en busca de el mejor lugar para su salida.

7:00am Suena la bocina y comienza la prueba.
Aunque yo no la escucho, veo como los triatletas que tenía delante de mi comienzan a nadar. Los nervios desaparecen de golpe y sorprendentemente, a pesar de que hemos salido 2.300 participantes no hay grandes aglomeraciones, y  la gente se ha colocado de forma ordenada de acuerdo a su nivel por lo que a diferencia de otros triatlones, comienzo a disfrutar de la natación desde la primera brazada. El fondo es cristalino y se ven grandes cardúmenes de peces. A lo largo del recorrido también veremos varios buzos de la organización animándonos y pendientes de cualquier incidente.
Consigo rápidamente encontrar un buen ritmo con el que me siento cómodo para aguantar los 3.800 metros del segmento acuático y tengo muy buenas sensaciones físicas. Voy disfrutando metro a metro y pensando en que pocos mares en el mundo pueden ser más bonitos para realizar un evento como este. A lo largo del recorrido, aunque no las vi, me picaron 3 medusas. Por suerte no eran muy urticantes y tras unos segundos de molestias la sensación remitía por lo que no perjudicó mi rendimiento.
Llego al primer giro de boyas y consigo girar sin grandes interrupciones. Cambio de sentido, ahora con la corriente a favor. Sigo feliz y motivado hasta aproximadamente los 2.500. Voy respirando cada 3 o 5 brazadas, y justo al sacar la cabeza en un pequeño atasco veo como un "gringo" con cuerpo de titán se para y me pega un puñetazo intencionado y sin venir a cuento en el hombro. Sin que me dé tiempo a pensar, me paro yo también, le pego un bufido y de paso le devuelvo el regalito en el hombro, aunque por suerte cada uno seguimos nuestro camino y no le volví a ver.

Del incidente salí bastante caliente y perdí un poco la concentración. Estaba pensando que no debería haberle devuelto el golpe, y cuando me di cuenta había perdido mi rumbo y me había equivocado de boya. Tuve que retroceder unos 100m para poder volver a girar y cambiar de recorrido. Por lo visto, no fui el único al que le pasó, ya que al llegar nuevamente a la boya, vi como otros triatletas estaban tomando el mismo camino equivocado que yo.
Últimos 800m. El agua cambia drásticamente de temperatura y atravesamos una corriente fría que empeora sensiblemente la visibilidad. Ya queda poco y la gente aumenta levemente el ritmo. Yo intento no revolucionarme para llegar fresco a la bici.
Quedan 20 metros. Ya veo las escaleras delante de mí. Últimas brazadas... y arriba. El calor del público es espectacular, y es imposible no regalar una gran sonrisa a la gente allí amontonada y en especial a nuestras chicas.

Entro en la carpa de la transición uno. Hay gente pero aún bastantes sillas vacías donde poder sentarme y cambiarme tranquilamente. Saco todo el material de la bolsa antes de empezar a cambiarme para no olvidarme nada. Me quito el mono blanco de triatlón y me visto con el culot y el malliot secos para la bici. Salgo de la carpa y salgo en busca de mi bicicleta, la cojo y me dirijo hacia la zona de montaje. Desde la grada me gritan mi tiempo de natación: 1 hora 2 min. Casi 10 minutos por debajo de mis previsiones y sin haber forzado la máquina así que comienzo el segmento de bicicleta con una inyección extra de motivación.
En el primer tramo el viento sopla a favor, y enseguida alcanzo una velocidad de crucero de 37/39Km/h casi sin esforzarme. Por un momento pienso que el cuentakilómetros no está sensando bien, pero no hago más que adelantar a otros corredores y confirmo mis buenas sensaciones. Al llegar al extremo sur de la isla y girar, se nota como el viento deja de ser benevolente y reduzco la velocidad. Para cuando llego a la costa este de la isla el viento de vuelve mucho más intenso y pega medio en contra medio de costado. Ahora voy a una velocidad más coherente con mis ritmos de entrenamiento (28/30km/h). Me fijo en los otros participantes que están a mi alrededor y veo como sus bicicletas se bambolean con las ráfagas de viento.
En los avituallamientos brotan un buen número de voluntarios ofreciéndonos barritas energéticas, plátanos, geles, gatorade y agua. No hay problemas ni atascos debido a la frecuencia de avituallamientos y a la cantidad de voluntarios apostados en cada uno de ellos.
Sigo con buenas sensaciones, procurando beber y comer de forma regular para prevenir la deshidratación y el cansancio por el esfuerzo, el sol y la humedad reinante. Por fin llego a la esquina noreste del recorrido y al girar, el viento vuelve a ser favorable. Las bicis  vuelan en este tramo casi sin esfuerzo, y al final de la recta de casi 10Km llegaré a San Miguel de Cozumel, donde todo el pueblo nos espera para animarnos, en lo que supone el “evento del año” en la isla.
Entro en el pueblo y los lugareños no paran de animar y jalearnos. Estoy disfrutando como un enano pero de repente me doy cuenta que algo no va bien. Miro las ruedas y no veo nada extraño por lo que por un momento pienso que es el asfalto que ha cambiado el que hace un sonido hueco bajo mi bici.
Pero un minuto más tarde una participante brasileña me avisa para que pare, que mi bici no está bien. Vuelvo a mirar mi rueda trasera y veo como la llanta está pegada al suelo. He pinchado y debo parar para cambiar la cámara.
Una multitud de niños se acerca para ver como desmonto la rueda trasera de mi bici. Yo me mantengo tranquilo pues venía con 3 cámaras de repuesto y la bomba de mano preparada. En 5 minutos ya he cambiado la cámara y comienzo a inflar la nueva…
Pero al poco de empezar la cámara nueva revienta, y tengo que volver a desmontarla.
Saco una tercera cámara y la introduzco en la cubierta. Otra vez procedo a hincharla con mi bomba de mano, cuando un niño me avisa desde el otro lado de la rueda de que la cámara se está saliendo de su sitio. Giro la rueda pensando que no la había colocado bien, pero de repente me doy cuenta de que el problema ya no es la cámara sino la cubierta de la bicicleta. Tiene una raja a lo largo de unos 7/8cm de longitud y la cámara, al inflarse, se estaba saliendo por el agujero y a punto de reventarse con la presión.
Tenía un pedazo de cubierta recortado para este tipo de incidencias pero no para cubrir una raja de este tamaño. Miro a ambos lados, desesperado, en busca de algo que me pueda servir para cubrir la cámara desde dentro pero tampoco me atrevo a pedirle nada a la gente allí presente por miedo a ser descalificado ya que no está permitida la ayuda externa. Decido esperar al servicio mecánico de la organización.
Tras 10 minutos de interminable espera por fin aparece a lo lejos un mecánico que viene en moto cubriendo el recorrido. Le hago señales pidiéndole ayuda y se frena justo a mi lado. Le pregunto si tiene alguna cubierta de repuesto, y me comenta que la organización sólo les ha provisto de cámaras pero no de cubiertas. En su lugar sacó una goma gruesa de su mochila y cubrió la zona por dentro de la cubierta con el fin de contener la cámara sin que se saliera. Hinchamos la bicicleta y arranqué con una gran sonrisa en la cara... que sólo me duro 100metros, al cabo de los cuales la cámara nueva reventó.

Desde allí silbé rápidamente al mecánico para solucionar nuevamente su ayuda. Él de acercó nuevamente y comprobó cómo la goma no había sido suficiente para contener la cámara dentro de la cubierta y se quedó pensativo. Me sugiere una idea: dado que el agujero es demasiado grande para taparlo, podría intentar coserlo.
Justo en ese momento pasa Fer con su bici y se para al verme allí parado. Me pregunta si puede ayudarme pero le grito que siga porque le pueden descalificar si me ayuda y de todas formas mi problema tenía muy difícil solución.

La idea me parece genial, pero a pesar de llevar herramientas y material de repuesto, nunca se me había ocurrido durante los 14 meses de mi preparación para el Ironman, que necesitaría llevar conmigo aguja e hilo. El mecánico tampoco tiene, pero él hace de intermediario y le pide a una policía que me estaba observando si puede conseguir aguja e hilo. Se marcha, y tras entrar en un par de portales aparece con una bobina en la mano.
El mecánico la coge y empieza a coser lentamente la cubierta. Yo, mientras, observo tranquilo la escena con cara de circunstancias. Tengo asumido que en ese momento mis posibilidades de llegar a meta son muy remotas, aunque según voy viendo como queda la costura voy recuperando el optimismo. Le pido al mecánico que le dé una segunda costura ya que prefería estar 10 minutos más parado y prevenir que la cubierta volviese a reventar.
Además de la sutura, reforzamos la zona por dentro de la cubierta con la misma goma gruesa para que evite que la cámara reviente la costura con la presión.
Para entonces ya había perdido por completo la noción del tiempo y no sabía cuánto llevaba allí parado.
Inflamos la rueda con la bomba de la organización y dejamos la rueda con una presión de 6 bar (normalmente la llevo a 8.5/9) para no forzar la costura.
Ahora si que estoy convencido de que la rueda aguantará y que podré continuar con la prueba que ya de por sí se aventuraba muy exigente.

Vuelvo a recuperar el ritmo aunque no consigo rodar a la misma velocidad que en la primera vuelta. Mis piernas notan haber estado paradas durante tanto tiempo y aún es pronto para forzarlas. Doy mi primera vuelta completa al recorrido y paso por delante del parque Chankanaab, donde ondean las banderas con los nombres de Ironfer y Irondan.
Continúo con el viento a favor por la zona oeste en dónde hay menos avituallamientos y donde se sitúan la mayoría de los hoteles de la isla. Voy contento después de haber llegado a la zona del hotel Sabor, en donde estamos alojados. Además veo cómo a pesar de haber perdido mucho tiempo, voy adelantando a mucha gente, lo cual siempre ofrece una sensación de ir con mejores sensaciones que los demás.
80Km recorridos, ya queda poco para llegar al ecuador del segmento de bici y… “Pafff!” Mi rueda trasera ha vuelto a reventar. Por suerte he visto un mecánico atendiendo a otra participante 200 metros más atrás por lo que no debería tardar mucho en llegar.
Pasan 10 minutos y por fin se acerca la moto. Resulta ser el mismo mecánico que me atendió la primera vez, pero esta vez no trae buenas noticias. Me comunica que se le han acabado las cámaras de repuesto y que había devuelto la aguja y el hilo a la gente que nos lo había prestado, y que irá en busca de otro kit para coser, pero que tardaría en volver. Arrancó la moto y se fue.
Entonces decidí seguir avanzando, aunque fuese de forma lenta, pero el temor a no pasar el tiempo de corte y no encontrar una solución para mi rueda me obligaron a seguir corriendo y caminando, con la bici en una mano y la rueda en la otra. Miré entonces el cuentakilómetros, veía como iba avanzando lentamente los metros, sin agua ya que beber ni avituallamientos por la zona. A lo lejos por fin ví la entrada de un hotel y algunos seguidores de la prueba apostados en la sombra de unas palmeras. Tras recorrer así más de un kilómetro llegué a la altura de esta pequeña agrupación de espectadores, y les empecé a preguntar si tenían hilo y aguja para coser. Como era lógico, nadie tenía a mano un kit de costura, pero al ver que estaban hospedados en el hotel, les pedí si podían entrar en la recepción y pedir un kit de costura. Rápidamente un Estadunidense que estaba con su familia se ofreció voluntario y se fue corriendo a buscarlo. Justo en ese momento llegó a atenderme otro mecánico al que tuve que explicar mi problema y mi intención de volver a coser la cubierta aunque me comunicó que él tampoco tenía ya más cámaras de aire para la bici.
Por fin llegó el kit de costura, esta vez de un material más grueso y resistente. Empecé a coser con los guantes puestos, pero al ver que me costaba mucho atravesar la cubierta con la aguja y empecé a ponerme nervioso, el mecánico me dio el relevo y continuó cosiendo la goma de manera meticulosa. Le dimos 2 vueltas más a la costura y atamos los extremos con varios nudos para que no se soltasen. Acto seguido buscamos algún material con el que recubrir la costura por la zona interior de la cubierta para evitar que la presión volviese a romper la costura. Primero lo intentamos con una tarjeta de crédito caducada que nos ofreció un taxista, luego con un envase de gel que había tirado en el suelo, posteriormente con la carátula recortada de un libro de un de los norteamericanos que me estuvieron ayudando y finalmente con un balón de fútbol deshinchado que tenían unos taxistas y que recortamos a medida de la costura. Por último llegó un tercer mecánico que se quedó literalmente boquiabierto con la reparación tipo bricomanía que habíamos hecho en la rueda de mi bici, y le dio su propio toque personal cubriendo la costura con pegamento para arreglar pinchazos.
Ahora si que tenía buena pinta el arreglo, pero sólo me quedaba una última cámara de aire. La saqué de su envoltorio con sumo cuidado para evitar pinchar mi última oportunidad de acabar la prueba. La introdujimos en la cubierta, le metimos una presión de 6 bar y crucé los dedos para no volver a pinchar o reventar en lo que me quedaba de prueba. Tras darle las gracias y un abrazo de agradecimiento a los mecánicos (mil gracias a ellos y a los seguidores que me ayudaron tanto en el hotel como en San Miguel de Cozumel ya que sin ellos jamás hubiese podido arreglar mi rueda!) por fin pude continuar mi segmento de bici.
Me faltaban aún más de 100Km que recorrer en bicicleta, con el remiendo casero, y sin margen alguno de pinchazos o reventones. Por ello durante el resto del recorrido, me concentré en montar con la máxima suavidad posible, evitar todos los baches que hubiese en el asfalto así como levantarme de la bici para cambiar de postura y estirar la espalda, por miedo a que los cambios bruscos de peso en las ruedas reventasen nuevamente la costura. No tenía ni idea de qué hora era y le pregunté a un juez que venía en moto si me daría tiempo a terminar el segmento de bici dentro del límite de tiempo. Por suerte aún no eran las 12 del mediodía por lo que aún tenía poco más de 4 horas y media.
Completé otra vuelta y pasé por delante de las chicas que me preguntaron qué tal, y yo les grité “no sé si acabaré la bici!”. No estaba nada convencido de que la costura aguantase todo el recorrido, y lo único que quería era que si reventaba la rueda, fuese en un lugar suficientemente cerca de la transición 2 para que me diese tiempo a llegar con la bici a cuestas antes de las 9 horas y media de corte.
Según avanzaba en la última vuelta la intensidad del viento fue en aumento. Para cuando llegue a la costa este de la isla en algunos tramos apenas lograba mantener una velocidad de 23Km/h.
Ya por fin di el último giro en dirección a San Miguel. Quedaban 10Km y el reto volvía a parecer posible. Pero para darle un poco más de épica a la prueba, comenzó a llover para posteriormente diluviar. Los corredores que quedábamos en bicicleta tuvimos que disminuir el ritmo en estos últimos kilómetros en donde algunos tramos de la ciudad las calles habían quedado anegadas de agua hasta tal punto que incluso montado en la bici, los mis pies quedaban por completo debajo del agua al pedalear.
Cuando por fin llegué a la zona de desmontaje de bicicletas no me lo podía creer, por momentos me emocionaba después de haber llegado a pensar que la rueda no aguantaría los 100Km con la reparación chapucera.

Recogí mi bolsa con la ropa de carrera, dejé mi bicicleta a un voluntario y me adentré en la carpa para cambiarme la ropa empapada. Al entrar recibí una bofetada de olor fétido fruto del sudor, la humedad, la lluvia y restos de heces de los participantes que habían pasado por allí previamente. La verdad que la organización no tiene la culpa de esto, pero… menudo asco!

Ya por fin salí de la carpa con mi ropa y calzado seco, justo en el momento en el que la intensa lluvia cesaba. Nada más salir recibí los ánimos de las chicas desde la grada y en ese momento no pude evitar una sonrisa y una profunda alegría sabiendo que ya “sólo” quedaba una maratón y que completar la prueba volvía a depender de mi mismo.

Empecé la prueba fortísimo, completando la primera vuelta a un ritmo de 3h40m el maratón. No paraba de adelantar a otros corredores y después de todo el estrés de la bicicleta me sentía completamente liberado. Me crucé con Fer a mitad de la vuelta y vi como se alegraba al ver que finalmente había podido completar mi segmento de bicicleta.

La segunda vuelta también fue bastante rápida, aunque noté como las piernas perdían poco a poco la frescura y los pies me dolían cada vez más. El haber recorrido más de un kilómetro corriendo en el segmento de bici con las zapatillas de ciclismo puestas me había castigado en exceso para el resto de la prueba, extremadamente exigente ya de por sí.

Para cuando comencé la tercera y última vuelta, ya sabía que no podría seguir corriendo durante mucho más tiempo. Con las zapatillas encharcadas por tener que atravesar continuamente calles que parecían ríos, decidí hacer un kilómetro caminando para darme un pequeño descanso, pero para cuando quise volver a correr ya era imposible. Tuve que completar un tramo de 10km caminando rápido, por lo que mi brillante inicio en el segmento pedestre se vio diluido y terminé con un tiempo más que discreto.
Aún así las ganas de llegar a la meta y de alcanzar la meta de ser finisher siempre dan un empujón final, por lo que pude volver a correr en el último kilómetro y medio del final para poder llegar a la meta de forma más o menos digna. Siempre me había prometido a mi mismo que no caminaría en el Ironman, pero dadas las circunstancias e inconvenientes que sufrí durante la prueba me fue imposible aguantar la zancada.
Aún así acabé doblemente orgulloso después del sufrimiento físico, pero sobre todo, mental con los percances que sufrí en la bici. Jamás había pensado que después de la buena preparación realizada me constaría tanto esfuerzo llegar a la línea de meta, y mucho menos que sería gracias al hilo y aguja que me prestaron los seguidores a los que estaré eternamente agradecidos.

Por fin llegué a la zona de llegada. A pesar de ser más de las 9 de la noche, las gradas seguían abarrotadas de gente, y las imágenes que veía ante mi se tornaron más en un sueño que en realidad. Recogí mi bandera en la última curva y disfruté los últimos metros hasta cruzar la línea de meta intentando grabar para siempre en mi memoria este momento.
No escuché mi nombre al entrar, pero poco me importó. Ya era un Ironman. La llegada, y sobre todo la prueba no fueron como me había imaginado, pero desde luego la sensación es indescriptible. Una mezcla de sentimientos alegres se agolpaba en este momento hasta el punto de que me quedé bloqueado, emocionado pero sin poder llorar, ni hablar, ni sonreír. Simplemente me quedé callado intentando asimilar la alegría incontenible y la emoción exagerada mientras le daba un abrazo interminable a Mari.
Recogí mi medalla y mi camiseta finisher saboreando cada instante.
Por fin lo habíamos conseguido.

“Daniel Lozano, I am an IRONMAN!”

CRÓNICA IRONMAN COZUMEL POR FERNANDO PISON SOLANAS

CRÓNICA IRONMAN COZUMEL POR FERNANDO PISON SOLANAS

27 de Noviembre de 2011, Isla de Cozumel, México

Día 27 de este mes, más de 400 días después de tomar la decisión de preparar IRONMAN y 300 desde que me inscribí para Cozumel tratándolo como un reto personal; además hoy es el día de mi 26 cumpleaños, ¿un castigo o un premio? Creo que el ser finisher sería un buen regalo!

3:15 Me despierto

3:30 Desayuno para deportistas en el lobby del hotel: frutos secos, yogur, miel, fruta,…

5:15 Salida bus hacia parque Chankanaab

5:30 Abre zona de salida, remarcaje, entrega bolsa con ropa prearranque y revisión de bicicletas

6:40 Inicio competición profesionales y calentamiento del resto

7:00 SALIDAAAAAA al sonido de la sirena! Espectáculo de delfines en el parque.

Comienza el IRONMAN, comienza la prueba de los hombres de hierro, el ansiado día ha llegado y todas las horas y días de entrenamiento, todo el sufrimiento se tiene que materializar en placer (obviamente la prueba a priori es difícil pero el objetivo es disfrutar). Antes de saltar al agua vemos a los delfines saltando y nuestra afición nos despide con una sorpresa, dos enormes banderas españolas cuelgan de una de las vallas publicitarias con mensajes de ánimo para IRONDAN y IRONFER. Ya en el agua estamos 15 minutos antes de la salida disfrutando de la temperatura de la misma (27 grados) y viendo como los buzos de la organización toman fotos y hacen vídeos. Me acompañan Dani y Araceli, amiga de México que compite por primera vez en esta distancia, Irondan y Ironfer con el trisuit de Universidad Pontificia Comillas siendo grabados por las cámaras de la carrera. El arranque es tranquilo salvo las primeras líneas, el efecto lavadora se va acentuando y pasados unos metros la gente te va arrollando y tú también vas absorbiendo los pies delanteros. Recibo la picadura de una medusa justo a la salida, en la zona de la rodilla izquierda; no hay dolor sino placer, me siento cómodo a pesar de que me entra un poquito de agua en las gafas. Subimos hacia la zona norte del recorrido para pasados 500 metros torcer a la izquierda e internarnos un poquito más adentro. No veo peces, pero el agua es cristalina, chupo algo de agua salada pero pienso que me viene bien para el picor de garganta que tuve días atrás. Sigo a la gente y no miro mucho al frente sino a los pies inmediatamente delante de mí. En la dirección sur, con corriente a favor, volamos y el ritmo se acelera. No llevo pulsómetro (lo tengo en la T1 esperando) pero llevo reloj y cuando marca 50 minutos, pienso que estoy en el ecuador de la prueba. No es verdad, porque voy más rápido de lo que pienso, sin embargo me siento bien y veo que hay muchísima flotabilidad debido a la densidad del agua salada, a diferencia de lo que ocurre en la piscina. Seguimos las boyas, guiados por las lanchas, buzos y demás organización. Giramos en la boya del fondo muy rápido y damos la vuelta para subir hacia la zona de salida y zona de T1 pegados a la orilla. Miro el reloj y veo que marca 1 hora y 10 minutos y veo la gente al fondo. No me lo creo, voy a hacer un tiempo buenísimo, justo antes había recibido 2 picaduras más, una en el labio y otra en la nariz pero me siento cómodo. Al adelantar a un triatleta me golpea con el puño en la mejilla pero sigo hacia delante, su estilo de natación es pésimo y no va relajado, va agarrotado. Llegado a las escaleras de salida y veo que mi reloj marca 1:17, increíble para mí. Mi estimación era de 1:30 a 1:45 dependiendo de las corrientes, pero conseguí rebajar un buen intervalo de tiempo; hace un año a estas fechas celebraba mi cumpleaños corriendo una ½ maratón en Madrid, y hacía bici estática pero, no sabía nadar. No digo que no había empezado a entrenar la natación sino que no sabía la técnica, no sabía respirar, no sabía nada de nada de este nuevo deporte. De niño odiaba nadar y mi estilo perrito hacía que solamente supiera no ahogarme. Después de 365 días puedo decir que he realizado 3,8km en aguas abiertas en un tiempo que nunca había soñado (mucha culpa de esto lo tiene el maldito corte de 1 hora en los 2,8 km de Zarautz, gracias al equipo de 42195.es por todo el año y por ese finde en especial). El corte estaba en 2:20 y hace un año mi objetivo era superar este corte. Estoy muy satisfecho con este trabajo realizado y agradezco a mi profesora Laura, a mi compañero Daniel y al socorrista Sebastián toda la ayuda y clases impartidas para hacer de mí un pequeño triatleta. En la T1 puedo ver de nuevo las banderas, la familia y tras una rápida ducha para quitar la sal, entro en la carpa de cambio con la bolsa azul y me pongo el maillot y el pantalón de bici sin calzoncillo que a la postre provocó que tuviera rozaduras en la entrepierna. Salgo con calma tras 7 minutos de natación, bebo agua, gatorade y empiezo a comer una barrita de Powerbar. Saludo de nuevo a las chicas y me dirijo hacia El Cedral por la única carretera de la isla que completa el circuito de 180km tras 3 vueltas de 60 km aprox. El viento no se nota, porque es temprano y porque esta zona no es muy difícil. Sigo comiendo y bebiendo por la carretera y me encuentro a un compañero de PwC Chicago Consultoría que me saluda gracias a mi indumentaria, comparto unas palabras con él y seguimos cada uno a nuestro ritmo, dado que esto es prueba individual en la que se prohíbe el drafting. Llego al punto opuesto de la meta, en la zona sureste de la isla donde empieza el paisaje más espectacular pero el tramo más dura. A nuestra derecha va quedando el mar Caribe y a 70 millas la isla de Cuba. El mar choca contra las rocas de una estrecha playa a escasos metros de la carretera, la brisa, todavía no viento hace que el sol de las 9 de la mañana no sea tan duro (en esta área el sol calienta desde las 7 am). Avituallamientos cada 10km, organización espectacular. Media de velocidad pasa de 32 km/h a 28 km/h debido al viento. Puesto de comida, algún bar, restaurantes y puestos de rastas que te dejan el pelo nuevo. Pasa el tiempo y sigo adelantando gente, aunque también me pasan algunos. Las bicicletas que me rodean son preciosas, con perfil pero sin rueda lenticular ya que no está permitida por el viento. Los dorsales con el país y nombre de la gente se mezclan como si estuviéramos en la gran manzana Neoyorkina. Llego a la curva de 90 grados que me dirige hacia la ciudad de San Miguel de Cozumel, es una recta de 12 km aprox para usar aerobar y rodar con viento a favor fácilmente a 38-40 km/h. Llego a la ciudad y me encuentro a Daniel en una acera reparando su bici; tiene la cubierta reventada y me bajo para ayudarle pero él mismo me dice que continúe porque me pueden sancionar por ayudarle. Sigo poco a poco con incertidumbre tratando de que se recupere para hacer el resto de la carrera juntos pero si a mí me ocurre lo mismo con 120 kilómetros por delante puede ser el principio del fin. Por ello, decido rebajar el ritmo de carrera, comer, beber y contarles a las chicas en la zona del parque lo que le ha ocurrido a Dani. Me encuentro con Araceli a quien había adelantado en la zona de viento ya que paro a mear y había parado previamente a ayudar a Dani. Me dice que tratará de hablar con un compañero para encontrar una cubierta pero no es posible. Sigo mi camino comiendo kilómetros para reducir el riesgo de llegada a la T2. Me acerco de nuevo al pueblo y en la recta conozco a Erica, argentina que realiza su 3 IRONMAN y quien pedalea muy bien. Con su bici de tri sigue acoplada y muy concentrada. Yo me quedo atrás. Llegado a la zona centro, plaza del ayuntamiento y las chicas me dicen que Dani va 20 minutos detrás. Sigo avanzando pero veo que no me alcanza. Me acuerdo de muchas cosas a lo largo del recorrido pero veo que es muy bonito y estoy disfrutando muchísimo. No escatimo en comida ni bebida, es más creo que estaba en exceso alimentado y bien hidratado. Mucha gente con experiencia en este tipo de pruebas me había hablado del sufrimiento y del dolor psicológico pero veía que no era verdad, todo lo contrario, estaba disfrutando de este magnífico día, de los reptiles que cruzaban la carretera y observaba desde mi bicicleta, de las señales de la carretera que anunciaban a los coches el cruce de cangrejos y lagartos en cualquier punto de la carretera. Llegado el kilómetro 150 de la bici, me encuentro mal, hace más viento y mucho calor; comienzo a verter agua del bidón helado por encima del casco para que penetre en mi cabeza, me mojo los brazos, las piernas pero sigo verdaderamente jodido. Me empiezo a marear pero no paro, pienso que me puedo caer por lo que rebajo a un piñón suave con más dientes e intento ir a molinillo muy muy ligero. En ese momento ya había leído los papelitos de apoyo de mama, y 2 amigos pero hasta ese momento no los había necesitado. Solamente me quedaba el de papá y en el kilómetro 160 me bajo de la bici. Voy al baño pero no puedo hacer nada, leo el papel, me encanta, me enchufa mentalmente pero mi cuerpo está caliente y pienso que si me caigo al suelo la ambulancia llegará y no tendré chance de seguir, por eso voy tranquilo. Ya no me queda comida y como hasta ese momento había comido constantemente, pienso que el mareo puede venir de escasez de comida. Veo una banana empezada en el suelo y pienso que si paro y me como el resto me puedo ayudar, es una guarrería pero se me pasa por la cabeza, lo rechazo y me acuerdo de lo que me decía Mario Repes, ex ciclista profesional quien me ha contado buenas batallas encima de la bici que hasta que no estás ahí y lo vives no eres capaz de creer que puedes llegar a delirar (realmente lo que me había pasado según me informaron al terminar la prueba fue un mareo por subida de glucosa, debido a la ingestión continuada de muchísima cantidad de gatorade, ya que me había bebido justo antes 4 botellas de 600ml de uva, mandarina, manzana y tropical-generalmente es mejor tomar agua con comida y/o sales). Afronto mi última recta de meta, casi 15 kilómetros y me encuentro mejor pero el ritmo en esta 3 vuelta es muy inferior al inicial. Hasta ahora no había llovido, sin embargo había visto la carretera mojada en muchos tramos debido a que las nubes van y vienen velozmente por lo que puedes escapar de las tormentas; pese a ello el % de humedad ha aumentado. En la parte final del recorrido, tiro bidones a los niños que aunque está prohibido les hace ilusión y se pelean por los mismos. Constantemente me acuerdo de Daniel y dado que mi ritmo es muy bajo y he realizado varias paradas creo que me va a alcanzar. En los últimos 3 kilómetros comienza a llover cada vez más fuerte pero dado que llego a la carpa de cambio (T2) y entrego mi bicicleta a los voluntarios a la entrada de la misma, pienso que es un buen momento para reponer fuerzas, respirar y esperar a Daniel. La lluvia inicial se transforma en tormenta. Decido seguir esperando y después de 25 minutos, con las zapas de correr, nuevos calcetines y esta vez con calzoncillo, salto al ruedo del asfalto Cozumeleño. Sigue lloviendo y la ropa limpia y seca de PwC se empapa. Pero me doy cuenta que en el tramo de ida hasta el final del recorrido de las 3 vueltas de circuito me topo con 5 charcos que ocupando el ancho de la vía y que te impiden seguir salvo que introduzcas tu cuerpo hasta la altura de los tobillos en los mismos. Huele mal, se trata de alcantarillas taponadas que inundan cada vez más zonas. Sigue lloviendo y estoy preocupándome aunque cada vez queda menos. Para de llover y no hace calor, pero mis fuerzas están llegando al final; no tengo ganas de comer ni de beber; el olor de la zona y de los propios compañeros solamente te plantea la opción de vomitar pero en mi caso nunca he sufrido en carrera problemas gastrointestinales. Como bretzels (panes alemanes con energía), y muchos recipientes con cacahuetes. Hay geles, barritas y pepsi pero no me apetece nada dulce. Solamente quiero comida salada; siempre me ha gustado más el salado que el dulce y ahora más que nunca. Bebo agua de bolsas envasada al vacío y me echo por encima de la cabeza a pesar de que no hace calor. La gorra azul de Ford que llevo encima de la cabeza me empieza a molestar aunque prefiero dejarla por si llueve tan fuerte como minutos antes. Se une a mi ritmo un Mexicano con quien comparto 14 kilómetros desde el 7 hasta el 21, punto de media maratón, pero luego es él quien me lleva y tira de mí. Se hace de noche y cada vez hay más gente, con música, ruido, carteles, banderas, pancartas, etc. esos sí son verdaderos IRONMAN, como animan, te hacen reír, saludar, apretar e incluso aplaudirles a ellos. Mi cuerpo no va más, no tengo ganas de comer, ni dulce ni salado, y lo que no quiero porque Dani y yo lo teníamos prohibido es caminar (death walk) eso está prohibido pero en el km 21,097 paro en el puesto de special needs (necesidades especiales) y señalo mi dorsal para que me den mi bolsa amarilla porque apenas me salen las palabras. Aviso a Ricardo, el compañero Mexicano que no puedo seguir a su ritmo y que no le alcanzaré. Él me anima, muchas gracias amigo, pero ahora sí que sí le dejaba (ya llevaba varios kilómetros en los que le había pedido perdón por no darle conversación). Al principio todo era bonito, hablamos de su vida, de la mía, de su trabajo, su estancia en Decathlon Francia , su historial triatleta,… pero ahora mi garganta no daba más saliva ni siquiera para ayudar a la comida que ingería, esos secos cacahuetes y bretzel que hacían una pasta en mi paladar, me hacían toser porque me ahogaban y tenía que escupir. Echaba agua en la boca como si fuera una hormigonera para amasar y tragar para meter algo de energía. Me había encontrado a Dani y Araceli a lo largo del recorrido ya que eran 3 vueltas de 14 km y con la ida y vuelta por la misma carretera separada de conos. Todo el recorrido discurría por el paseo marítimo de la ciudad, delante de las lujosas joyerías, puestos de comida, tiendas de turistas y terminal de ferrys; los cruceros al fondo iluminaban el puerto. Siguiendo con el “calvario” final, leo el mensaje de una persona muy especial en el km 21, y me pongo a llorar. Sigo caminando hasta el que lo doblo, lo guardo en mi brazalete y arranco de nuevo. Empecé rodando a un ritmo de 5min/km pero luego el ritmo se redujo por tanto sufrimiento. Las chicas que en los 3 pasos de las vueltas me habían visto y animado justo en el km 0, km 14, km 28 y km 42 me habían informado en el 3 paso que dani había reducido a 25 minutos ya que su ritmo era fuerte unida a mi espera en la T2 y mis numerosas paradas a hacer pis. Decido caminar para que la diferencia se acorte y me pueda alcanzar pero cuando reanudo la marcha veo que me cuesta mucho por lo que es mejor no parar. Me tropiezo a Dani y me dice que no le espere que no puede alcanzarme, le digo que camino y creo que es posible pero él cada vez va peor ya que le duelen los tobillos y pies. Acostumbro a mi cuerpo a parar constantemente por cualquier causa y eso no es bueno porque paro demasiadas veces. Vuelvo a coger ritmo, mi cuerpo está mojado mezclado del sudor y lluvia y sigo teniendo frío. Veo a gente parada, tumbada, vomitando, y lo peor de todo gente que se retira en estos momentos finales, ambulancias que van y vienen en la noche Mexicana. Me encuentro a Araceli en un puesto de avituallamiento y me anima, le animo por lo que esta grandiosa mujer está consiguiendo con 30 años y levantándose de noche para cruzar de México a USA a entrenar durante todo el año; lo tiene cerca, le queda una vuelta más que a mí pero lo va a conseguir. Me encuentro a Irondan al girar ya en mis últimas millas, ya que hay más anuncios de las millas (Maratón = 26 millas) que de los km y va caminando, me dice que ha reventado y que no pare. Si yo camino nunca me alcanzaría porque él también va caminando así que debería parar pero me dice que no lo haga, ya que sería más de una hora de espera, la diferencia de nuevo se había disparado. Llego a la zona urbana de nuevo, dejando atrás los hoteles El Cozumeleño, Melia, Hilton… y veo a MJ quien nos esperar en otro tramo distinto, y se permite el lujo de acompañarme unos metros corriendo y animando; luego queda a la espera de Dani. El shopping centre “Punta Langosta” marca la entrada en la plaza, la calzada se estrecha, el parterre se convierte en fila de conos, ya no me quedan más giros. Voy a enfilar la línea de meta pero antes en la esquina me espera Esther, mi hermana, no hay palabras para agradecer la ayuda, el apoyo que me ha dado a lo largo de todo este año en cada entrenamiento y en cada prueba; ahora me toca a mí acompañarla a la San Silvestre el 31 de diciembre en Madrid. Ella tiene preparado el sombrero mexicano y la bandera de España con mi nombre. Pregunto a los oficiales si puedo cogerlo ya que en teoría no se puede ni dar ni recibir nada de terceros ajenos a la organización bajo la pena de ser sancionado. Me dan el ok y me visto de gala, miro al fondo y veo la cuesta que sube a la línea de meta, la gente corea el nombre de España, y el reloj marca 12 horas y 43 minutos y 6 segundos. No soy consciente de lo que está pasando, de lo que esto supone y de todo lo que me ha costado, no sólo HOY que ha sido arduo en muchos momentos sino todo el año trasnochando, madrugando, con mucho trabajo, sin muchas fiestas, prohibido alcohol, muchos viajes, muchas gente, momentos difíciles en mi vida personal, logros profesionales… para alcanzar la GLORIA. Cruzo y me pongo a llorar, mi madre y Mari Carmen (la novia de Dani que tanto se merece, por todo lo que le ha dado a su chico y a mí y todo su ánimo, consejos, apoyo médico, y lo más importante su amistad) esperan haciendo fotos y videos mientras me ponen el colgante hawaiano y la medalla de finisher. Sigo por la zona de recuperación y evito entrar en la zona de Cruz Roja Mexicana donde decenas de corredores son atendidos por desmayos, mareos, convulsiones, y ayuda intravenosa. Me dan bebidas aunque no tengo ganas de beber; me tiro en una colchoneta durante 30 minutos y me quedo dormido. Me levanto y recojo mi playera (camiseta) de finisher y como mucha pizza salada de Domino´s Pizza y boles gigantes de pasta para recuperar. Hablo con Vladimir, un compañero que nos habíamos encontrado en el ferry y de repente tras 1 hora 15 min por allí aparece Daniel con quien me abrazo y me voy a la zona de masajes (una lástima no haber entrado juntos en META pero la situación dada la distancia era insalvable, y siempre hemos tratado de entrar juntos en todas las pruebas como acostumbramos a separarnos en el agua y juntarnos al final de la bici para hacer la carrera más amena; en cualquier caso es una suerte el poder preparar una prueba de este calibre junto a otra persona ya que es más "fácil" y es un verdadero orgullo el hacerlo junto a un AMIGO así que este año quedará grabado a fuego en mi mente igual que NUNCA me olvidaré de mi 26 cumpleaños). Tras un merecido masaje salimos y nos vamos a por las bicis y bolsas de material y junto a nuestra familia tomamos un taxi y nos vamos de vuelta al hotel. En el hotel por pura gula seguimos comiendo y ordenamos 2 raciones de totopos con guacamole (una para cada competidor) y nos las comemos encima de la cama. Ducha rápida y a dormir 10 horas sin parar.

Buenas noches, soy IRONMAN, ya puedo decir que 26 años, ni un día más ni uno menos después de haber nacido, me he convertido en un hombre, de hierro.

Gracias a todos los que me habéis apoyado en todo este tiempo desde cualquier parte del mundo, en cualquier momento y a través de mail, Facebook, Blog, SMS, teléfono… ; sin vosotros no hubiera podido alcanzar esta meta de Hombre de Hierro, mental y físicamente.

Reto conseguido, e igualmente os animo a todos a preparar una prueba de este calibre, la cual te ayuda a conocerte mejor, a hablar con tu interior, a saber hasta donde eres capaz de llegar, mejor dicho a saber dónde no está el límite de tu cuerpo; para ello, hay que llevar a tu cuerpo hasta el intervalo entre tu fracaso mental y tu fracaso físico, superando el primero pero sin llegar al segundo porque entonces te caes al suelo. Cuando tu cabeza te dice: “no puedes”, es mentira, sí puedes, de otro modo, te habrías caído ya! VAMOS FER!





Ese fue el mensaje que veía bajo el agua y en la bicicleta hasta que el sudor lo hizo desaparecer!!!




Como diría mi amiga Ara: “yo bloqueo mi cabeza y sigo”.

-Os remito a la entrada de agradecimientos que hago junto a Daniel.
-Igualmente a todos los que leéis estas líneas os remito a la entrada del blog, de IRONMAN en números.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Fotos previo IM Cozumel

Subimos algunas fotos de la preparación de las bicicletas, entrega de materiales, marcaje para la carrera el día previo, reconocimiento del recorrido a lo largo de la isla...









































Seguimiento Online Ironman de Cozumel

Estimados amigos,
Aquí os dejo el enlace para que podáis seguir en directo el desarrollo de la prueba:
http://live.ironmanlive.com/Event/Ford_Ironman_Cozumel_2
Este enlace sólo estará activo el día de la prueba: domingo 27 de noviembre a partir de las 14:00h (España), 7:00h (México).

También podréis buscarnos de forma individualizada a lo largo de la prueba, ya que se irán publicando los tiempos por sectores: Daniel (dorsal 1099), Fernando (dorsal 1100).

La cadena ESPN también retransmite la prueba.

Muchas gracias a todos!

sábado, 26 de noviembre de 2011

Recogida de material

Hola compañer@s,
Os escribimos desde uno de los hoteles oficiales de la prueba donde estamos alojados desde ayer. Hoy hemos probado las bicicletas y hemos hecho uso de los servicios mecánicos que cada hotel brinda a los participantes. El ambiente huele a IRONMAN, el hotel está lleno y todo el mundo tiene algo de la marca IM, pegatinas, camisetas, mochilas, zapatillas... hay gente de todo el mundo y se nota que apenas quedan horas para la prueba. Por la tarde hemos dado una vuelta de reconocimiento alrededor de la isla con coche alquilado en donde hemos podido comprobar las zonas de fuertes rachas de viento (principalmente la zona este) frente a la zona Caribe más protegida, la que da hacia Riviera Maya. El recorrido es prácticamente llano al 100%, invadido por reptiles y crustáceos que salen desde el parque natural y manglares de alrededor. Las señales viales avisan de la posible aparición de cangrejos por el recorrido, es algo auténtico.
Ya entrada la tarde, hemos recogido toda la documentación, dorsales... y hemos asistido al briefing de la prueba. A las 6 pm teníamos la cena de carbohidratos con todos los participantes. La zona VIP separaba a la élite del resto. Allí hemos podido constatar que el país más representativo de todos era USA seguido de México y Canadá. En total casi 2300 participantes con los pros, entre 1700 hombres y casi 600 mujeres, desde 20 a 70 años. Todo está listo y los comercios, ciudadanos, turistas... son retados a animar en la competencia a todos los participantes para lograr una sola cosa, cruzar la meta, unos Finisher, otros conseguir marca.
Adjuntamos foto de la feria del corredor, entre las carpas de merchandising,...
Abz a todos y ya no queda nada....

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Llegada y adaptación a México

El pasado sábado por fin llegamos a tierras mexicanas. Tras un plácido viaje de 11 horas, aterrizamos en el aeropuerto de Cancún con las bicicletas en perfectas condiciones aunque con la maleta de Fer desaparecida en combate (llegó dos días después).

Después de tres días de calor, y sobre todo, pegajosa humedad todavía seguimos acostumbrándonos al cambio horario y recuperándonos del jet-lag.

Hemos entrenados dos días muy suaves, corriendo por la zona en torno a 8Km, con muchos paseos por la playa y mucho descanso y sol.

El primero día nos permitimos el lujo de probar la picante comida mexicana en toda su extensión, pero desde entonces estamos tratando de comer mucho pero con cuidado para poder llegar en perfectas condiciones al domingo.

Mandamos un saludo a todos desde Playa del Carmen a la espera del próximo jueves coger el ferry para cruzar a la Isla de Cozumel donde se celebrará la prueba.

Os adjuntamos algunas fotos del viaje y de estos primeros días:


domingo, 13 de noviembre de 2011

Lista de cosas para un IRONMAN

Buenas noches:

Exponemos un listado, en nuestra opinión completo, sobre las cosas que se necesitan los días antes y sobre todo el día D Ironman. En nuestro caso, se trata del IM Cozumel 27.11.11. Algunas cosas, aplican a los días posteriores que seguiremos de vacaciones por el país azteca.
(si se olvida algo, please comentarlo que estamos a tiempo)














-Bultos
Maleta bicicleta (1)
Burbujas y cartones
Maleta ropa (1)
Mochila (1)
Portátil Fer (1)

-Documentos
Pasaporte (1)
DNI (1)
Tarjeta de crédito (1)
Carnet de conducir (1)
Dólares
Billetes de avión impresos
Documentación hotel impresa
Recibo transporte bicicletas aeropuerto





Factura compra bicicleta

-Material
Trisuit ICADE (1)
Chándal ICADE (1)
Otros trisuit-42195.es (1)
Camiseta 42195.es (1)
Camiseta y Pantalón Embutidos Pisón (1)
Bañador (2)
Gafas de natación (2)
Gorro natación (2)
Bicicleta (1)
Casco (1)
Zapatillas bici (1)
Aerobar (1)
Gafas de sol (1)
Guantes bici (1)
Bomba Dani (1)
Cámaras (3)
Geles, barritas,…
Bidones (2)
Portadorsales (1)
Imperdibles
Pulsómetro (1)
Reloj (1)
Gorra (1)
Equipación PwC Bici (1)
Equipación PwC Running (1)
Zapatillas de correr (2), entrenamiento y competición
Aceite bicicleta (1)



Multiherramienta bicicleta
Gomas de enganche
Glicerina

-Ropa
Camisetas cortas
Pantalones cortos
Vaqueros (1)
Camisas cortas
Zapatillas cómodas (1)
Chanclas (2)
Zapatos (1)
Calzoncillos (10)
Calcetines de deporte (7)
Neceser (cuchilla, espuma, after shave, colonia, cepillo, pasta dientes, desodorante y cortauñas)
Jersey (1)
Chaqueta (1)
Chubasquero (1)


-Otros
Crema protectora


Crema after sun
Cacao labios
Móvil Tribanda (1)
Cargador (1)
Adaptador enchufe americano (1-2)

Medicamentos
Autan (repelente)

Tiritas

-Traer
Regalos




sábado, 12 de noviembre de 2011

Checklist del triatleta-FERNANDO

A continuación, presento un interesante cuestionario para saber si eres o no triatleta. Lo hemos obtenido de la web del mega crack Josef Ajram: http://josefajram.es/%c2%bfcomo-saber-si-eres-triatleta/


¿Cómo saber si eres triatleta? Respuestas de FER
1-Estás incómodo cuando no entrenas mínimo 6 días a la semana.
SI
2-Crees que nadar 3 Kms o correr 10 kms a las 6:30 de la mañana es para ti una buena manera de comenzar el día.
SI
3-Si el cuenta Kms de la bici marca más Kms al año que el del coche.
NO
4-Cuando tienes más bidones en casa que vasos.
NO
5-Cuando alguien te da un vaso de agua y tú instintivamente te lo viertes por la cabeza.
NO, pero con las copas sí.
6-Si al despertar por la mañana tu primer pensamiento es ¿cuál es mi pulso en reposo?
A veces
7-Tus piernas en verano están mejor depiladas que las de tu mujer.
SI, que las de mis amigas.
8-Tu mujer no se preocupa, aunque ya hace 2h que saliste a correr.
SI, mi hermana.
9-Si necesitas una foto para un Curriculum y sólo tienes fotos compitiendo.
SI
10-Utilizas camisetas Finishers de carreras populares para limpiar la cadena de la bici.
NO
11-En alguna habitación huele a neopreno ya que está colgado para que no se arrugue ni raje.
SI
12-No te decides a salir con ciclistas porque o van muy rápido o es muy corta la salida.
SI
13-Ya nadie te critica cuando sales a correr un 25 de Diciembre
SI
14-Vas en coche y ves un pelotón ciclista y te sale una sonrisa de batalla.
SI
15-Ampollas, rozaduras, picaduras de medusa se convierten en heridas de guerra.
SI
16-Escuchas una bocina, te pones en guardia.
NO
17-Se te quedan casi permanentes las marcas de las gafas de natación.
SI
18-En vacaciones siempre te llevas la bici. Ahh… y las gafas de nadar aun que sepas que no las utilizaras.
SI
19-Te sabes las distancias a todas partes con una precisión de 100 metros
SI
20-La enfermera se asusta porque tus … pulsaciones están en 40.
NO pero están en 40.
21-Al levantarte te duele todo, es señal de que ayer lo hiciste bien
SI
22-Sales a entrenar en el momento que la gente se mete en casa acojonada.
SI
23-Comes más pasta que una familia italiana.
SI
24-Tu plan de entrenamiento es más importante que tu cuenta de facebook.
SI
25-Ya no miras el tiempo que hace, sino el tiempo que tienes.
SI
26-Tienes más contrastes de moreno en el cuerpo que un café con leche.
SI
27-Te levantas a comer a las 2 de la mañana y te vuelves a la cama el día antes de una competición
SOLO IRONMAN
28-Tu familia y amigos ya no te critican que corres mucho o estás muy flaco.
SI
29-Viajas 150 kms para una competición de 1 hora.
NO
30-Sabes más de rodillas que un médico.
NO
31-Te puedes tomar 4 litros de agua en menos de una hora.
SI
32-No corres para adelgazar, sino que adelgazas para correr.
SI
33-Te levantas más temprano los fines de semana que los días de trabajo.
SI
34-Los viernes te acuestas más temprano que el resto de la semana.
SI
35-Sales escondido a correr porque no quieres que tu familia se entere que es el segundo entrenamiento de hoy.
NO
36-Eres el único al que no le importa que el ascensor no funcione
SI
37-Corres 1 hora, te duchas, te vistes y desayunas, y durante el día alguien te pregunta: “Qué pasa? hoy no corres?”
SI
38. Te levantas y acuestas con mil molestias en el cuerpo
SI
39. No ves carreteras, si no rutas para salir con la bici…
SI
40.- Te compras la monovolumen para que quepa la bici, la bici del compi, dos bolsas con el equipo…
NO
41.- Las vacaciones justo coinciden con aquella prueba a la que has querido ir
SI
42. Tu postre favorito es la glutamina
NO
43- Te apuntas a las competiciones con semanas e incluso meses de antelación.
SI
44- Mientras estoy en el curro pienso en la rutina de entreno de después.
SI
45- Siempre estoy mirando material de tri por internet para comprar aunque no tenga dinero.
NO
46- En tu corbatero y relojero existen prendas inusuales para el resto de mortales; bandas pectorales y pulsómetros, y no pocos.
SI
47- Necesitas mas sitio en el armario que tu mujer y prefieres hacerte la colada.
SI
48. Visitas lugares para competir, a los que nunca pensaste que irías.
SI
49.Alguien pregunta tu edad y tu respondes 35-39M
NO
50.- En tu trabajo te llaman “el asocial”, porque intentas escaquearte de las cenas, comidas o vermuts que se organizan para navidades y otras fiestas
NO
51.- Otros de tu trabajo, prefieren llamarte “el de la mochila azul”, porque llevas una bolsa de deporte a todas horas.
NO
51.- Te jode más una raya en la bici que en el coche
SI
52.- La gente te mira con caras raras, cuando dices que has salido una hora con la btt “a soltar piernas”.
NO
53.- Cuando vas en bici y te adelanta un ciclista a toda leche y no puedes seguirlo, siempre piensas “ya me gustaría verte nadando y corriendo”… y si lo puedes pillar, aunque sea en un semáforo, le dices que luego tienes que correr y no puedes apretar…
SI
54.- Si te pasa lo mismo corriendo, “ya me gustaría verte nadando y en bici”
SI
55.- Si te pasa nadando en el mar… A PILLAR PIES!!!
SI
56. Tu toalla del cuarto de baño siempre esta húmeda.
SI
57.- Tu mujer se preocupa pq le has dicho q vas a correr y no te llevas la gorra
NO
58.- Cuando llegas a casa a hacer la transición, los vecinos te dicen ¡luego con más tiempo hablamos!
NO
59 - Cuando subes un puerto con el coche y calculas mentalmente el porcentaje de las rampas y te imaginas subiéndolo.
SI
60 - Ves un lago o pantano y piensas que pedazo de triatlón se podría organizar aquí.
SI

martes, 8 de noviembre de 2011

Fragmento de una seguidora

A continuación, pego un mensaje enviado por una seguidora de Ecuador que he recibido recientemente en mi correo y que siempre se agradece pero más teniendo en cuenta las fechas en las que nos encontramos a poco más de una semana de viajar al Caribe y con la ilusión y las ganas por las nubes. Muchísimas gracias por el ánimo y apoyo transmitido!!!

"Hola Fer, sabes que, quiza no debi, pero tenia ganas de entender de que se trata su prueba "'Ironman'' y me meti en un block en el que tu escribes como han sido sus entrenamientos, que es lo que han hecho, todos los hermosos lugares que han conocido. Al leer pude sentir esas ganas infinitas, que nada ni nadie te puede quitar, de alcanzar lo que te propones sin pasar por encima de nadie, sino dedicandote a dominar tu cuerpo, a vencer miedos, cansancio, a administrar tu tiempo para llegar a algo, sin saber q cuando buscas algo q realmente quieres al final te encuntras con mas cosas buenas en el camino de las que pensabas.Me encanto ver la entereza de espiritu que les llena, para seguir adelante, bien dicen q el deporte te llena siempre de buena energia. Me encantan los paisajes que ves desde la bici, tantos lugares tan bonitos que esta prueba les ha dejado ver.Ademas creo q Dani y tu tienen suerte de ser amigos y que les gusten cosas similares. Veo que tu familia tambien te ha apoyado muchisimo, eso es tan importante tambien.Lo unico que te puedo decir es que les admiro mucho a ti y a Dani, y les deseo lo mejor en este gran reto al que se van a enfrentar y no se si tu crees en Dios pero desde mi punto de vista la Fe ayuda mucho tambien.
lo importante es que ustedes saben el gran reto que estan por realizar y que sepan que siempre habra gente que les estamos apoyando y apreciamos no solo el hecho de concursar sino el reto de vencerse a uno mismo.un beso :)"