LLegó la hora de la prueba reina en nuestro calendario de preparación en la disciplina pedestre. Tanto Fer como yo nos levantamos (7am) nerviosos y activos, con el objetivo de intentar bajar de las 3 horas en una maratón de perfil complicado.
Desayuno rápido y fuerte casi 2 horas antes de la prueba (leche con cereales, tostadas y zumo de naranja). Últimos preparativos antes de salir de casa (preparar la bolsa con ropa limpia para después de la carrera, geles y golosinas para la prueba, chandal para no quedarnos fríos antes de la salida y salir disparados para ir juntos a la prueba para llegar con tiempo suficiente para poder ir al baño, y estirar antes de la prueba. Al final imprevistos de última hora hacen que lleguemos a la Plaza de Colón (salida) más tarde de lo que nos hubiese gustado.
Sesión rápida de fotos, visita a la zona delantera para contamplar a las gacelas africanas que calientan en la zona VIP de la salida e intentar meternos entre la marabunta de corredores que esperan ansiosos el pistoletazo de salida.
Aunque sin ser muy previsores, por primera vez en muchas carreras conseguimos colocarnos en las primeras filas en la salida. Suena el pistoletazo y comienza el disfrute. Aglomeración de corredores pero que tras los primeros metros iniciales empiezan a aparecer huecos, convirtiendo el ascenso a la Plaza de Castilla en un paseo (pero muy rápido!). En seguida nos colocamos detrás de las liebres con los globos que marcan distintos tiempos: 3h, 3h 15m, 3h 30m... Dudamos por un momento... 3h o 3h 15m? "Vamos al de tres Pais!"
Tras el globo, un pelotón de curtidos corredores empieza a acelerar el ritmo. Estamos aún cuesta arriba y ya en el Km 10 vamos con un ritmo ligeramente más rápido al de las 3h. Tras un breve recorrido por la zona de República Argentina, volvemos hacia Castellana y cruzamos el puente por arriba. Aún no son las 10am y las calles madrileñas ya estaban abarrotadas de gente animando a sus "Filípides". Fer coge la rueda de un experimentado corredor. Aprieta en las subidas. Yo por el contrario les sigo de cerca aunque manteniendo un ritmo más regular. Hasta el momento las sensaciones son muy buenas aunque noto que mis piernas se resisten a los cambios de ritmo. Nos tomamos el primer gel de la mañana.
Bravo Murillo, rumbo hacia el centro... Seguimos acelerando el ritmo y el globo de las 3h empieza a quedarse atrás. Los kilómetros siguen pasando y el objetivo parece cuanto menos posible.
Calle Fuencarral... al fondo ya se ve Gran Vía. Ambientazo y mucho, mucho ruido! A pesar de que vas aislado del mundo el ambiente consigue contagiarnos y sin quererlo aceleramos un poco más según llegamos a la Puerta del Sol. Fer sigue con su liebre y yo me mantengo unos 20 metros más atrás pero controlando en todo momento. Rumbo a Principe Pio, nos meten por un tunel, se agradece la bajada inicial pero dentro el ambiente es infernal. El humo acumulado y el calor del aire viciado hacen que se contraigan los pulmones. Cuesta arriba para salir del tunel.
Hemos pasado el control de mitad de carrera (media maratón!) y no sólo vamos con margen de sobra para llegar batir las 3h sino que hemos batido nuestra mejor marca de media maratón en el primer tramo de la maratón (1:27:40)!
Un par de Km más de subidas y bajadas, y yo empiezo a notar que mis piernas no van frescas. Me empieza a doler la herida de la caída en bicicleta de la semana anterior y la zancada deja de perder su eficacia de forma progresiva pero muy pronunciada. Por el paso del Km 24 me doy cuenta de que no iba a ser mi día y que difícilmente podría llegar a meta cumpliendo con el objetivo, y para cuando llegué a Casa de Campo las sensaciones eran tan malas que empecé a temer incluso por mi llegada.
Mientras tanto, Fer mantuvo un ritmo muy fuerte. La distancia entre los 2 era ya insalvable, y a pesar de las apollas que le salieron desde el Km 14, consiguió que pasaran los Km sin que estas hiciesen mella en su ritmo.
Durante el tramo de Casa de Campo mi ritmo era ya de prácticamente 5m/Km. Los corredores me adelantaban como coches y tras unos minutos de sufrimiento vi como el globo de las 3h me adelantaba y se alejaba sin remedio. Intenté beber y comer para recuperar sensaciones e intentarme reenganchar a la "rueda" de algún corredorque aún tenía ritmo, pero las piernas simplemente no podían moverse más rápido.
En este tramo Fer empezó también a sufrir y tener problemas de estómago, hasta que finalmente perdió a su liebre y tuvo que parar para solucionar su emergencia.
El globo de las 3h y el objetivo se esfumaba para los 2, que distanciados, debíamos completar en solitario los Km que quedaban hasta la meta.
Personalmente, los últimos 18Km se me hicieron muy difíciles. En solitario y sin ritmo, me plantee el resto de la carrera como un entrenamiento de sufrimiento para el Ironman. Fer por el contrario se encontró con un par de corredores solidarios que le hicieron de liebres y le remolcaron los últimos Km hasta la meta.
Al término de la carrera sensaciones contradictorias. Habíamos batido nuestra marca en maratón, habiamos parado el crono en un registro decente (el tiempo de Fer es de crack!), pero habíamos sufrido mucho más de lo previsto, no habíamos alcanzado la marca propuesta y recibimos un recordatorio de lo que es una maratón y un aperitivo de lo que nos espera en Cozumel después de 3,8Km nadado y otros 180Km en bici...
Tiempo Fernando: 3h 5m
Tiempo Daniel: 3h 19m
Saboreando Valdezcaray desde el asfalto
Vuelta a casa entre verdes bosques
