Asturias, Paraíso Natural
Tenía unos días libres de trabajo y quería aprovecharlos para estar en familia pero al mismo tiempo poder compaginar mis entrenamientos. Teniendo en cuenta que disponía de todo el día libre, me organicé de tal forma para poder salir en bicicleta todos los días del 24 al 27 de septiembre ambos inclusive por carreteras del norte de España. Los dos primeros días por la zona de La Rioja y Castilla-León, ya que me encontraba en casa de Ezcaray. Los dos últimos días y con motivo del desplazamiento hacia Cantabria-Asturias, aproveché para hacer un par de bonitas rutas bajo los Picos de Europa y paralelo al Cantábrico. En La Rioja, hice una salida larga y suave, sin mirar medias sino acumulación de kilómetros partiendo de Ezcaray y buscando las llanuras de cereal y viñedos de la zona de Haro y Santo Domingo de la Calzada, llegando hasta Cenicero por la orilla del río Ebro. La segunda salida, domingo, la empleé además como aproximación hacia Palencia, entrada de los Picos de Europa. Salí de Ezcaray y realizando a la inversa el recorrido de una de las etapas de la vuelta a España de este año, llegué a Ibeas de Juarros, muy cerca de Burgos, desde donde nos desplazamos en coche hasta Fuente Dé, punto de partida de mi siguiente etapa. Fresquita mañana pero rápidamente el sol apareció que me guió hasta Arriondas en un recorrido de unos 90 km pasando por Potes, Panes y Cangas de Onis en este tercer día. Fue una de las etapas más bonitas hechas hasta ahora en los entrenamientos cruzando el desfiladero de La Hermida, La Ruta del Cares con el río salmonero, vistas al Naranjo de Bulnes para finalmente acabar en la zona de las piraguas, fiesta del verano en el río Sella. Había dado la vuelta a los Picos de Europa, pasando de la cara sur a la cara norte. Ya en Arriondas pude reponer fuerzas con una fabada y descansar por la tarde. El cuarto y último día, la etapa comenzaba en Panes, hasta donde había llegado en coche desde Llanes. Desde allí, fui a desembocar al Cantábrico pasando por Unquera (buenas corbatas) y por San Vicente de la Barquera. Tomé alguna foto que se adjunta en el blog y continué la ruta por una zona de eucaliptos hasta llegar al pueblecito de Comillas. Subí un pequeño puerto ya volviendo hacia el interior y dejando atrás las vistas sobre el mar para aproximarme a Cabezón de la Sal. Desde allí, dirección a Torrelavega, y tras cruzar esta ciudad comencé a subir un puerto de 3ª en carretera secundaria hacia Vargas donde en la mitad de las dos poblaciones decidí finalizar la marcha y pararon a recogerme. Había completado entre 300-400km en esas 4 jornadas, que supusieron además de unos bonitos días de descanso, un productivo entrenamiento de cara a sumar kilómetros encima de la bicicleta. Volvía a Madrid con la sensación de haber trabajado mis piernas pero al mismo tiempo haberme tomado un descanso mental de cara a la concentración para Cozumel.
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