Así comenzó el día...
La prueba se celebró el domingo por la mañana con salida a las 8 de la mañana en las templadas aguas del Mediterráneo y aunque estaba permitido el uso del neopreno no hacía nada de frío. Fueron dos vueltas a un recorrido de 950 metros, retornando a la arena al final de cada una de ellas. Salimos del agua como siempre, Daniel en primer lugar con poquito más de 37 minutos a sus espaldas mientras que Fer salió con 44 minutos largos.
SALIDA
1ª vuelta del agua
1ª vuelta del agua
Casco urbano
Casco urbano
Salida avituallamiento
Ya en la zona de la transición, Fernando fue más rápido y en el segmento ciclista fue recortando poco a poco para en la última de 4 vueltas, verse muy cerquita donde Dani redujo el ritmo para entrar juntos en la T2, y con mucha calma iniciar la carrera a pie. Eran ya más de las 12 del medio día y el sol apretaba en el paseo marítimo de Canet.
Entrando en T2 ya casi agrupados
Paseo marítimo Canet
Ya en la zona de la transición, Fernando fue más rápido y en el segmento ciclista fue recortando poco a poco para en la última de 4 vueltas, verse muy cerquita donde Dani redujo el ritmo para entrar juntos en la T2, y con mucha calma iniciar la carrera a pie. Eran ya más de las 12 del medio día y el sol apretaba en el paseo marítimo de Canet.
Entrando en T2 ya casi agrupados
Paseo marítimo Canet
Compartiendo avituallamiento de Powerade
Los 10 primeros kilómetros como siempre, volaron, ya que hablando y contando anécdotas de los anteriores segmentos hizo que estuvieran en la mitad del medio maratón. El final se hizo más duro, con alguna rozadura, alguna ampolla para Fernando y calor, mucho calor. Finalmente cruzaron la línea de meta, con 5:28:13 como si nada hubiera ocurrido, sonriendo y haciendo una peculiar celebración de pistoleros como muestran las fotos ante la risa de muchos aficionados. Las sensaciones fueron muy buenas, independientemente del calor y la humedad. Por ello, este half Ironman fue muy relevante y piedra angular para lo que resta de prepración ya que tanto por calendario, distancia como condiciones físicas y geográficas, se aproximaba mucho a lo que Cozumel tiene preparado.
Los 10 primeros kilómetros como siempre, volaron, ya que hablando y contando anécdotas de los anteriores segmentos hizo que estuvieran en la mitad del medio maratón. El final se hizo más duro, con alguna rozadura, alguna ampolla para Fernando y calor, mucho calor. Finalmente cruzaron la línea de meta, con 5:28:13 como si nada hubiera ocurrido, sonriendo y haciendo una peculiar celebración de pistoleros como muestran las fotos ante la risa de muchos aficionados. Las sensaciones fueron muy buenas, independientemente del calor y la humedad. Por ello, este half Ironman fue muy relevante y piedra angular para lo que resta de prepración ya que tanto por calendario, distancia como condiciones físicas y geográficas, se aproximaba mucho a lo que Cozumel tiene preparado.
Finisher!
Con las medallas en la zona de meta y avituallamiento
Respecto a la organización de la prueba hay que hacer diversos comentarios que no nos dejaron nada saciados para lo que una prueba de este calibre merece. La inscripción había supuesto 115 euros, incluso más que en el Tri de Zarautz siendo mismas distancias. Todo comenzó mal cuando el sábado por la tarde Fernando y Daniel todavía no figuraban en las listas de participantes. Ese error fue subsanado y no transcendió más. Sin embargo, faltaban muchas cosas por pasar, o mejor dicho por no pasar, como la pasta party, anunciada en internet por la organización y tachada del listado de eventos para el fin de semana de la prueba. Esta fiesta era voluntario y con un sobrecargo de 15 euros, para realmente disfrutar del buffet del hotel en el que no faltaba de nada pero no era lo inicialmente acordado. Para más inri, durante el briefing de la competición celebrado en este mismo hotel el día antes de la prueba, se hizo saber que no iban a dar bidones de bicicleta como tal, a pesar de que tenían en sus almacenes 500 referencias de los mismos, reconocido por la propia organización pero dado que éramos 270 participantes, no nos aseguraba 2 bidones por persona. Este inconveniente según ellos había sido propiciado por el cambio del recorrido forzado por la Guardia Civil ya que desautorizaron el recorrido inicialmente previsto con 2 vueltas. Con el nuevo circuito, eran 4 vueltas por lo que no había avituallamiento suficiente. En el briefing se propuso como alternativa llenar 270 bidones, ni uno más ni uno menos, para de esa forma dar un bidón a cada participante pero fue radicalmente rechazado por uno de los organizadores debido al “trabajo” y “esfuerzo” que tenían que dedicar la noche de antes. Lo peor fue el día de la prueba, cuando en el único paso de avituallamiento situado en el casco urbano, solamente ofrecían Powerade, agua y pequeños trozos de plátano. Las barritas y los geles eran reservados para el circuito de media maratón de la carrera, pero sin duda también escaseaban. En fin, en cuanto a organización hay mucho que mejorar y mucho camino por recorrer. Como nota positiva nos quedamos con el abundante y rico arroz (más de 350 kilogramos) cocinados como muestra en las fotos de este mismo artículo.
Respecto a la organización de la prueba hay que hacer diversos comentarios que no nos dejaron nada saciados para lo que una prueba de este calibre merece. La inscripción había supuesto 115 euros, incluso más que en el Tri de Zarautz siendo mismas distancias. Todo comenzó mal cuando el sábado por la tarde Fernando y Daniel todavía no figuraban en las listas de participantes. Ese error fue subsanado y no transcendió más. Sin embargo, faltaban muchas cosas por pasar, o mejor dicho por no pasar, como la pasta party, anunciada en internet por la organización y tachada del listado de eventos para el fin de semana de la prueba. Esta fiesta era voluntario y con un sobrecargo de 15 euros, para realmente disfrutar del buffet del hotel en el que no faltaba de nada pero no era lo inicialmente acordado. Para más inri, durante el briefing de la competición celebrado en este mismo hotel el día antes de la prueba, se hizo saber que no iban a dar bidones de bicicleta como tal, a pesar de que tenían en sus almacenes 500 referencias de los mismos, reconocido por la propia organización pero dado que éramos 270 participantes, no nos aseguraba 2 bidones por persona. Este inconveniente según ellos había sido propiciado por el cambio del recorrido forzado por la Guardia Civil ya que desautorizaron el recorrido inicialmente previsto con 2 vueltas. Con el nuevo circuito, eran 4 vueltas por lo que no había avituallamiento suficiente. En el briefing se propuso como alternativa llenar 270 bidones, ni uno más ni uno menos, para de esa forma dar un bidón a cada participante pero fue radicalmente rechazado por uno de los organizadores debido al “trabajo” y “esfuerzo” que tenían que dedicar la noche de antes. Lo peor fue el día de la prueba, cuando en el único paso de avituallamiento situado en el casco urbano, solamente ofrecían Powerade, agua y pequeños trozos de plátano. Las barritas y los geles eran reservados para el circuito de media maratón de la carrera, pero sin duda también escaseaban. En fin, en cuanto a organización hay mucho que mejorar y mucho camino por recorrer. Como nota positiva nos quedamos con el abundante y rico arroz (más de 350 kilogramos) cocinados como muestra en las fotos de este mismo artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario