Entrenamiento en el pantano de Orellana

Días 22, 23 y 24 de Mayo

Aprovechando que durante este mes no teníamos competiciones y que nuestras obligaciones no habían dejado libre este fin de semana, decidimos aprovechar la oportunidad de visitar y entrenar en Extremadura. A pesar de que por problemas logísticos no pudimos llevarnos las bicicletas (una lástima puesto que hizo un tiempo estupendo y existen interminables carreteras de buen asfalto que atraviesan largas llanuras ideales para hacer rodajes largos con el aerobar/acople).

Adaptándonos a las circunstancias y aprovechando la gran cantidad de pantanos de la zona, decidimos hacer un fin de semana centrado en la natación en aguas abiertas en el pantano de Orellana. Una vez más hicimos uso de los trajes de neopreno con el fin de seguir entrenando de cara al Triatlón de Zarautz.

Aún en primavera, el pantano se encontraba al máximo de su capacidad y sin apenas visitantes. Aguas tranquilas y cálidas (sobraban los trajes pero aún así hicimos uso de ellos).

Antes de entrar en el agua nos untamos el cuello con glicerina (sustitutivo de la vaselina para no dañar el traje), y nos enfundamos los neoprenos.

Recomendamos encarecidamente el uso de la glicerina, no solo para facilitar ponernos y quitarnos el neopreno sino también para evitar las rozaduras. A diferencia de nuestra primera experiencia, esta vez ninguno de los dos tuvimos la más mínima señal de roce en el cuello aún habiendo nadando tandas más largas que cuando estuvimos en Deba y en San Sebastián.

Ambos días realizamos el mismo recorrido, desde la playa del Burgo de Orellana, hasta la isla, cruzar hasta el otro extremo del pantano y luego vuelta la la playa del Burgo de Orellana. Aproximadamente 2.400m.

La experiencia muy buena, sobre todo para Fernando que sigue mejorando día a día su estilo en natación y capacidad para orientarse en aguas abiertas, a pesar de las aguas turbias y de saber que los fondos del pantano estaban plagados de lucios de metro y medio de largo!