Este Blog ha sido creado por Fernando Pisón y Daniel Lozano con el objetivo de dar a conocer todo nuestro camino, de principio a fin, en la preparación de nuestro primer Ironman. Para ello iremos publicando nuestras experiencias, consejos, artículos técnicos e información general que puedan ser útiles para captar nuevos adeptos a esta disciplina y ayudar a todas las personas que hayan decidido convertirse en hombres o mujeres de hierro.

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martes, 29 de noviembre de 2011

CRÓNICA IRONMAN COZUMEL POR FERNANDO PISON SOLANAS

CRÓNICA IRONMAN COZUMEL POR FERNANDO PISON SOLANAS

27 de Noviembre de 2011, Isla de Cozumel, México

Día 27 de este mes, más de 400 días después de tomar la decisión de preparar IRONMAN y 300 desde que me inscribí para Cozumel tratándolo como un reto personal; además hoy es el día de mi 26 cumpleaños, ¿un castigo o un premio? Creo que el ser finisher sería un buen regalo!

3:15 Me despierto

3:30 Desayuno para deportistas en el lobby del hotel: frutos secos, yogur, miel, fruta,…

5:15 Salida bus hacia parque Chankanaab

5:30 Abre zona de salida, remarcaje, entrega bolsa con ropa prearranque y revisión de bicicletas

6:40 Inicio competición profesionales y calentamiento del resto

7:00 SALIDAAAAAA al sonido de la sirena! Espectáculo de delfines en el parque.

Comienza el IRONMAN, comienza la prueba de los hombres de hierro, el ansiado día ha llegado y todas las horas y días de entrenamiento, todo el sufrimiento se tiene que materializar en placer (obviamente la prueba a priori es difícil pero el objetivo es disfrutar). Antes de saltar al agua vemos a los delfines saltando y nuestra afición nos despide con una sorpresa, dos enormes banderas españolas cuelgan de una de las vallas publicitarias con mensajes de ánimo para IRONDAN y IRONFER. Ya en el agua estamos 15 minutos antes de la salida disfrutando de la temperatura de la misma (27 grados) y viendo como los buzos de la organización toman fotos y hacen vídeos. Me acompañan Dani y Araceli, amiga de México que compite por primera vez en esta distancia, Irondan y Ironfer con el trisuit de Universidad Pontificia Comillas siendo grabados por las cámaras de la carrera. El arranque es tranquilo salvo las primeras líneas, el efecto lavadora se va acentuando y pasados unos metros la gente te va arrollando y tú también vas absorbiendo los pies delanteros. Recibo la picadura de una medusa justo a la salida, en la zona de la rodilla izquierda; no hay dolor sino placer, me siento cómodo a pesar de que me entra un poquito de agua en las gafas. Subimos hacia la zona norte del recorrido para pasados 500 metros torcer a la izquierda e internarnos un poquito más adentro. No veo peces, pero el agua es cristalina, chupo algo de agua salada pero pienso que me viene bien para el picor de garganta que tuve días atrás. Sigo a la gente y no miro mucho al frente sino a los pies inmediatamente delante de mí. En la dirección sur, con corriente a favor, volamos y el ritmo se acelera. No llevo pulsómetro (lo tengo en la T1 esperando) pero llevo reloj y cuando marca 50 minutos, pienso que estoy en el ecuador de la prueba. No es verdad, porque voy más rápido de lo que pienso, sin embargo me siento bien y veo que hay muchísima flotabilidad debido a la densidad del agua salada, a diferencia de lo que ocurre en la piscina. Seguimos las boyas, guiados por las lanchas, buzos y demás organización. Giramos en la boya del fondo muy rápido y damos la vuelta para subir hacia la zona de salida y zona de T1 pegados a la orilla. Miro el reloj y veo que marca 1 hora y 10 minutos y veo la gente al fondo. No me lo creo, voy a hacer un tiempo buenísimo, justo antes había recibido 2 picaduras más, una en el labio y otra en la nariz pero me siento cómodo. Al adelantar a un triatleta me golpea con el puño en la mejilla pero sigo hacia delante, su estilo de natación es pésimo y no va relajado, va agarrotado. Llegado a las escaleras de salida y veo que mi reloj marca 1:17, increíble para mí. Mi estimación era de 1:30 a 1:45 dependiendo de las corrientes, pero conseguí rebajar un buen intervalo de tiempo; hace un año a estas fechas celebraba mi cumpleaños corriendo una ½ maratón en Madrid, y hacía bici estática pero, no sabía nadar. No digo que no había empezado a entrenar la natación sino que no sabía la técnica, no sabía respirar, no sabía nada de nada de este nuevo deporte. De niño odiaba nadar y mi estilo perrito hacía que solamente supiera no ahogarme. Después de 365 días puedo decir que he realizado 3,8km en aguas abiertas en un tiempo que nunca había soñado (mucha culpa de esto lo tiene el maldito corte de 1 hora en los 2,8 km de Zarautz, gracias al equipo de 42195.es por todo el año y por ese finde en especial). El corte estaba en 2:20 y hace un año mi objetivo era superar este corte. Estoy muy satisfecho con este trabajo realizado y agradezco a mi profesora Laura, a mi compañero Daniel y al socorrista Sebastián toda la ayuda y clases impartidas para hacer de mí un pequeño triatleta. En la T1 puedo ver de nuevo las banderas, la familia y tras una rápida ducha para quitar la sal, entro en la carpa de cambio con la bolsa azul y me pongo el maillot y el pantalón de bici sin calzoncillo que a la postre provocó que tuviera rozaduras en la entrepierna. Salgo con calma tras 7 minutos de natación, bebo agua, gatorade y empiezo a comer una barrita de Powerbar. Saludo de nuevo a las chicas y me dirijo hacia El Cedral por la única carretera de la isla que completa el circuito de 180km tras 3 vueltas de 60 km aprox. El viento no se nota, porque es temprano y porque esta zona no es muy difícil. Sigo comiendo y bebiendo por la carretera y me encuentro a un compañero de PwC Chicago Consultoría que me saluda gracias a mi indumentaria, comparto unas palabras con él y seguimos cada uno a nuestro ritmo, dado que esto es prueba individual en la que se prohíbe el drafting. Llego al punto opuesto de la meta, en la zona sureste de la isla donde empieza el paisaje más espectacular pero el tramo más dura. A nuestra derecha va quedando el mar Caribe y a 70 millas la isla de Cuba. El mar choca contra las rocas de una estrecha playa a escasos metros de la carretera, la brisa, todavía no viento hace que el sol de las 9 de la mañana no sea tan duro (en esta área el sol calienta desde las 7 am). Avituallamientos cada 10km, organización espectacular. Media de velocidad pasa de 32 km/h a 28 km/h debido al viento. Puesto de comida, algún bar, restaurantes y puestos de rastas que te dejan el pelo nuevo. Pasa el tiempo y sigo adelantando gente, aunque también me pasan algunos. Las bicicletas que me rodean son preciosas, con perfil pero sin rueda lenticular ya que no está permitida por el viento. Los dorsales con el país y nombre de la gente se mezclan como si estuviéramos en la gran manzana Neoyorkina. Llego a la curva de 90 grados que me dirige hacia la ciudad de San Miguel de Cozumel, es una recta de 12 km aprox para usar aerobar y rodar con viento a favor fácilmente a 38-40 km/h. Llego a la ciudad y me encuentro a Daniel en una acera reparando su bici; tiene la cubierta reventada y me bajo para ayudarle pero él mismo me dice que continúe porque me pueden sancionar por ayudarle. Sigo poco a poco con incertidumbre tratando de que se recupere para hacer el resto de la carrera juntos pero si a mí me ocurre lo mismo con 120 kilómetros por delante puede ser el principio del fin. Por ello, decido rebajar el ritmo de carrera, comer, beber y contarles a las chicas en la zona del parque lo que le ha ocurrido a Dani. Me encuentro con Araceli a quien había adelantado en la zona de viento ya que paro a mear y había parado previamente a ayudar a Dani. Me dice que tratará de hablar con un compañero para encontrar una cubierta pero no es posible. Sigo mi camino comiendo kilómetros para reducir el riesgo de llegada a la T2. Me acerco de nuevo al pueblo y en la recta conozco a Erica, argentina que realiza su 3 IRONMAN y quien pedalea muy bien. Con su bici de tri sigue acoplada y muy concentrada. Yo me quedo atrás. Llegado a la zona centro, plaza del ayuntamiento y las chicas me dicen que Dani va 20 minutos detrás. Sigo avanzando pero veo que no me alcanza. Me acuerdo de muchas cosas a lo largo del recorrido pero veo que es muy bonito y estoy disfrutando muchísimo. No escatimo en comida ni bebida, es más creo que estaba en exceso alimentado y bien hidratado. Mucha gente con experiencia en este tipo de pruebas me había hablado del sufrimiento y del dolor psicológico pero veía que no era verdad, todo lo contrario, estaba disfrutando de este magnífico día, de los reptiles que cruzaban la carretera y observaba desde mi bicicleta, de las señales de la carretera que anunciaban a los coches el cruce de cangrejos y lagartos en cualquier punto de la carretera. Llegado el kilómetro 150 de la bici, me encuentro mal, hace más viento y mucho calor; comienzo a verter agua del bidón helado por encima del casco para que penetre en mi cabeza, me mojo los brazos, las piernas pero sigo verdaderamente jodido. Me empiezo a marear pero no paro, pienso que me puedo caer por lo que rebajo a un piñón suave con más dientes e intento ir a molinillo muy muy ligero. En ese momento ya había leído los papelitos de apoyo de mama, y 2 amigos pero hasta ese momento no los había necesitado. Solamente me quedaba el de papá y en el kilómetro 160 me bajo de la bici. Voy al baño pero no puedo hacer nada, leo el papel, me encanta, me enchufa mentalmente pero mi cuerpo está caliente y pienso que si me caigo al suelo la ambulancia llegará y no tendré chance de seguir, por eso voy tranquilo. Ya no me queda comida y como hasta ese momento había comido constantemente, pienso que el mareo puede venir de escasez de comida. Veo una banana empezada en el suelo y pienso que si paro y me como el resto me puedo ayudar, es una guarrería pero se me pasa por la cabeza, lo rechazo y me acuerdo de lo que me decía Mario Repes, ex ciclista profesional quien me ha contado buenas batallas encima de la bici que hasta que no estás ahí y lo vives no eres capaz de creer que puedes llegar a delirar (realmente lo que me había pasado según me informaron al terminar la prueba fue un mareo por subida de glucosa, debido a la ingestión continuada de muchísima cantidad de gatorade, ya que me había bebido justo antes 4 botellas de 600ml de uva, mandarina, manzana y tropical-generalmente es mejor tomar agua con comida y/o sales). Afronto mi última recta de meta, casi 15 kilómetros y me encuentro mejor pero el ritmo en esta 3 vuelta es muy inferior al inicial. Hasta ahora no había llovido, sin embargo había visto la carretera mojada en muchos tramos debido a que las nubes van y vienen velozmente por lo que puedes escapar de las tormentas; pese a ello el % de humedad ha aumentado. En la parte final del recorrido, tiro bidones a los niños que aunque está prohibido les hace ilusión y se pelean por los mismos. Constantemente me acuerdo de Daniel y dado que mi ritmo es muy bajo y he realizado varias paradas creo que me va a alcanzar. En los últimos 3 kilómetros comienza a llover cada vez más fuerte pero dado que llego a la carpa de cambio (T2) y entrego mi bicicleta a los voluntarios a la entrada de la misma, pienso que es un buen momento para reponer fuerzas, respirar y esperar a Daniel. La lluvia inicial se transforma en tormenta. Decido seguir esperando y después de 25 minutos, con las zapas de correr, nuevos calcetines y esta vez con calzoncillo, salto al ruedo del asfalto Cozumeleño. Sigue lloviendo y la ropa limpia y seca de PwC se empapa. Pero me doy cuenta que en el tramo de ida hasta el final del recorrido de las 3 vueltas de circuito me topo con 5 charcos que ocupando el ancho de la vía y que te impiden seguir salvo que introduzcas tu cuerpo hasta la altura de los tobillos en los mismos. Huele mal, se trata de alcantarillas taponadas que inundan cada vez más zonas. Sigue lloviendo y estoy preocupándome aunque cada vez queda menos. Para de llover y no hace calor, pero mis fuerzas están llegando al final; no tengo ganas de comer ni de beber; el olor de la zona y de los propios compañeros solamente te plantea la opción de vomitar pero en mi caso nunca he sufrido en carrera problemas gastrointestinales. Como bretzels (panes alemanes con energía), y muchos recipientes con cacahuetes. Hay geles, barritas y pepsi pero no me apetece nada dulce. Solamente quiero comida salada; siempre me ha gustado más el salado que el dulce y ahora más que nunca. Bebo agua de bolsas envasada al vacío y me echo por encima de la cabeza a pesar de que no hace calor. La gorra azul de Ford que llevo encima de la cabeza me empieza a molestar aunque prefiero dejarla por si llueve tan fuerte como minutos antes. Se une a mi ritmo un Mexicano con quien comparto 14 kilómetros desde el 7 hasta el 21, punto de media maratón, pero luego es él quien me lleva y tira de mí. Se hace de noche y cada vez hay más gente, con música, ruido, carteles, banderas, pancartas, etc. esos sí son verdaderos IRONMAN, como animan, te hacen reír, saludar, apretar e incluso aplaudirles a ellos. Mi cuerpo no va más, no tengo ganas de comer, ni dulce ni salado, y lo que no quiero porque Dani y yo lo teníamos prohibido es caminar (death walk) eso está prohibido pero en el km 21,097 paro en el puesto de special needs (necesidades especiales) y señalo mi dorsal para que me den mi bolsa amarilla porque apenas me salen las palabras. Aviso a Ricardo, el compañero Mexicano que no puedo seguir a su ritmo y que no le alcanzaré. Él me anima, muchas gracias amigo, pero ahora sí que sí le dejaba (ya llevaba varios kilómetros en los que le había pedido perdón por no darle conversación). Al principio todo era bonito, hablamos de su vida, de la mía, de su trabajo, su estancia en Decathlon Francia , su historial triatleta,… pero ahora mi garganta no daba más saliva ni siquiera para ayudar a la comida que ingería, esos secos cacahuetes y bretzel que hacían una pasta en mi paladar, me hacían toser porque me ahogaban y tenía que escupir. Echaba agua en la boca como si fuera una hormigonera para amasar y tragar para meter algo de energía. Me había encontrado a Dani y Araceli a lo largo del recorrido ya que eran 3 vueltas de 14 km y con la ida y vuelta por la misma carretera separada de conos. Todo el recorrido discurría por el paseo marítimo de la ciudad, delante de las lujosas joyerías, puestos de comida, tiendas de turistas y terminal de ferrys; los cruceros al fondo iluminaban el puerto. Siguiendo con el “calvario” final, leo el mensaje de una persona muy especial en el km 21, y me pongo a llorar. Sigo caminando hasta el que lo doblo, lo guardo en mi brazalete y arranco de nuevo. Empecé rodando a un ritmo de 5min/km pero luego el ritmo se redujo por tanto sufrimiento. Las chicas que en los 3 pasos de las vueltas me habían visto y animado justo en el km 0, km 14, km 28 y km 42 me habían informado en el 3 paso que dani había reducido a 25 minutos ya que su ritmo era fuerte unida a mi espera en la T2 y mis numerosas paradas a hacer pis. Decido caminar para que la diferencia se acorte y me pueda alcanzar pero cuando reanudo la marcha veo que me cuesta mucho por lo que es mejor no parar. Me tropiezo a Dani y me dice que no le espere que no puede alcanzarme, le digo que camino y creo que es posible pero él cada vez va peor ya que le duelen los tobillos y pies. Acostumbro a mi cuerpo a parar constantemente por cualquier causa y eso no es bueno porque paro demasiadas veces. Vuelvo a coger ritmo, mi cuerpo está mojado mezclado del sudor y lluvia y sigo teniendo frío. Veo a gente parada, tumbada, vomitando, y lo peor de todo gente que se retira en estos momentos finales, ambulancias que van y vienen en la noche Mexicana. Me encuentro a Araceli en un puesto de avituallamiento y me anima, le animo por lo que esta grandiosa mujer está consiguiendo con 30 años y levantándose de noche para cruzar de México a USA a entrenar durante todo el año; lo tiene cerca, le queda una vuelta más que a mí pero lo va a conseguir. Me encuentro a Irondan al girar ya en mis últimas millas, ya que hay más anuncios de las millas (Maratón = 26 millas) que de los km y va caminando, me dice que ha reventado y que no pare. Si yo camino nunca me alcanzaría porque él también va caminando así que debería parar pero me dice que no lo haga, ya que sería más de una hora de espera, la diferencia de nuevo se había disparado. Llego a la zona urbana de nuevo, dejando atrás los hoteles El Cozumeleño, Melia, Hilton… y veo a MJ quien nos esperar en otro tramo distinto, y se permite el lujo de acompañarme unos metros corriendo y animando; luego queda a la espera de Dani. El shopping centre “Punta Langosta” marca la entrada en la plaza, la calzada se estrecha, el parterre se convierte en fila de conos, ya no me quedan más giros. Voy a enfilar la línea de meta pero antes en la esquina me espera Esther, mi hermana, no hay palabras para agradecer la ayuda, el apoyo que me ha dado a lo largo de todo este año en cada entrenamiento y en cada prueba; ahora me toca a mí acompañarla a la San Silvestre el 31 de diciembre en Madrid. Ella tiene preparado el sombrero mexicano y la bandera de España con mi nombre. Pregunto a los oficiales si puedo cogerlo ya que en teoría no se puede ni dar ni recibir nada de terceros ajenos a la organización bajo la pena de ser sancionado. Me dan el ok y me visto de gala, miro al fondo y veo la cuesta que sube a la línea de meta, la gente corea el nombre de España, y el reloj marca 12 horas y 43 minutos y 6 segundos. No soy consciente de lo que está pasando, de lo que esto supone y de todo lo que me ha costado, no sólo HOY que ha sido arduo en muchos momentos sino todo el año trasnochando, madrugando, con mucho trabajo, sin muchas fiestas, prohibido alcohol, muchos viajes, muchas gente, momentos difíciles en mi vida personal, logros profesionales… para alcanzar la GLORIA. Cruzo y me pongo a llorar, mi madre y Mari Carmen (la novia de Dani que tanto se merece, por todo lo que le ha dado a su chico y a mí y todo su ánimo, consejos, apoyo médico, y lo más importante su amistad) esperan haciendo fotos y videos mientras me ponen el colgante hawaiano y la medalla de finisher. Sigo por la zona de recuperación y evito entrar en la zona de Cruz Roja Mexicana donde decenas de corredores son atendidos por desmayos, mareos, convulsiones, y ayuda intravenosa. Me dan bebidas aunque no tengo ganas de beber; me tiro en una colchoneta durante 30 minutos y me quedo dormido. Me levanto y recojo mi playera (camiseta) de finisher y como mucha pizza salada de Domino´s Pizza y boles gigantes de pasta para recuperar. Hablo con Vladimir, un compañero que nos habíamos encontrado en el ferry y de repente tras 1 hora 15 min por allí aparece Daniel con quien me abrazo y me voy a la zona de masajes (una lástima no haber entrado juntos en META pero la situación dada la distancia era insalvable, y siempre hemos tratado de entrar juntos en todas las pruebas como acostumbramos a separarnos en el agua y juntarnos al final de la bici para hacer la carrera más amena; en cualquier caso es una suerte el poder preparar una prueba de este calibre junto a otra persona ya que es más "fácil" y es un verdadero orgullo el hacerlo junto a un AMIGO así que este año quedará grabado a fuego en mi mente igual que NUNCA me olvidaré de mi 26 cumpleaños). Tras un merecido masaje salimos y nos vamos a por las bicis y bolsas de material y junto a nuestra familia tomamos un taxi y nos vamos de vuelta al hotel. En el hotel por pura gula seguimos comiendo y ordenamos 2 raciones de totopos con guacamole (una para cada competidor) y nos las comemos encima de la cama. Ducha rápida y a dormir 10 horas sin parar.

Buenas noches, soy IRONMAN, ya puedo decir que 26 años, ni un día más ni uno menos después de haber nacido, me he convertido en un hombre, de hierro.

Gracias a todos los que me habéis apoyado en todo este tiempo desde cualquier parte del mundo, en cualquier momento y a través de mail, Facebook, Blog, SMS, teléfono… ; sin vosotros no hubiera podido alcanzar esta meta de Hombre de Hierro, mental y físicamente.

Reto conseguido, e igualmente os animo a todos a preparar una prueba de este calibre, la cual te ayuda a conocerte mejor, a hablar con tu interior, a saber hasta donde eres capaz de llegar, mejor dicho a saber dónde no está el límite de tu cuerpo; para ello, hay que llevar a tu cuerpo hasta el intervalo entre tu fracaso mental y tu fracaso físico, superando el primero pero sin llegar al segundo porque entonces te caes al suelo. Cuando tu cabeza te dice: “no puedes”, es mentira, sí puedes, de otro modo, te habrías caído ya! VAMOS FER!





Ese fue el mensaje que veía bajo el agua y en la bicicleta hasta que el sudor lo hizo desaparecer!!!




Como diría mi amiga Ara: “yo bloqueo mi cabeza y sigo”.

-Os remito a la entrada de agradecimientos que hago junto a Daniel.
-Igualmente a todos los que leéis estas líneas os remito a la entrada del blog, de IRONMAN en números.

19 comentarios:

  1. EMOCIONANTE CON MAYUSCULAS! NO TENGO PALABRAS...

    ESTOY DESEANDO DAROS UN FUERTE ABRAZO

    F

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  2. Impresionante...eres un 10!
    Lágrimas al leer tu crónica... ENHORABUENA!

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  3. Gran crónica, como la de Dani, enhorabuena a los dos, ya sois finisher. Ahora.....a por el próximo.

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  4. Fer, q cronica tan emocionante, casi no parpadie durante todo el relato, me encanto, siempre estuve pidiendo por ti y Dani, me meti tanto en la historia q la senti de verdad, Son unos campeones y no solo fisicamente sino tambien se vencieron a si mismos

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  5. Mi más sincera ENHORABUENA Fer!!
    Excelente crónica!! vuestro logro es el reflejo de dedicación, sacrificio y mucha fortaleza mental! Sois un verdadero ejemplo!!!
    Disfrútalo mucho y tómate un merecido descanso.
    bss
    Tania

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  6. Muchas gracias a todos que por apoyar y felicitar nos hacéis más felices. Además, con cada párrafo contribuis a hacer más bonito este blog. Abz

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  7. uffffff!!!!sabes de ese estado de emocion, donde tienes el nudo en la garganta y no puedes hablar¿? casi que rompes a llorar¿? Que envidia!!! ENHORABUENA finisher.... que envidia!!

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  8. Se nos ha puesto la piel de gallina. No tenemos palabras solo admiración. ¡Impresionante! y ¡Enhorabuena!

    Juan Miguel y Emilio Molina

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  9. que padre, estas en facebook? yo lo hice para celebrar mis 40 con mis hijos, esposo, papas y hno..tengo un relato por alli, me encanto el tuyo en la lengua de la madre patria, yo vivo en CT, USA, asi que esta en ingles y espanol. Yo que estuve alli ese domingo entiendo perfecto lo que sentiste! viste el cristo debajo del mar antes de salir?. No te agarro una infeccion en la piel? mi mi amiga Kelli y yo si tenemos ronchas y nos preguntamos si tiene que ver con la agua estancada en el maraton..saludos Claudia Herrera #1726

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  10. Muchas gracias Juan Miguel y Emilio, que haría yo sin mi fisio... a la vuelta comentamos. Claudia, tengo facebook, "Fer Pison", nos conocims en la carrera? Yo no tengo nada en los pies debido al agua, pero bueno era una verdadera locura, donde está tu crónica? saludos

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  11. enhorabuena fer! muy bonito la hermanidad entre tu y dani. ahora por el segundo... y cuidado de no pasarte de geles!! jejeje

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  12. gracias Rob! Tu fuiste un ejemplo a seguir por nuestra parte. Ahora ya estamos de vuelta en Madrid, de nuevo al trabajo y a la realidad pero contentos de hacer logrado nuestro objetivo. A ver si podemos quedar un día. Vas este año a San Silvestre? Dani no va y yo voy con mi hermana a acompañarla. Un abrazo

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    1. veo esto muy tarde... pues sí corrí la sansi, pero con mi mujer a ritmo de... que pena, podíamos haber corrido juntos (aunque probablamente tu hermana va más rapido que mi mujer). bueno, ya sabes, podéis ver mis andanzas en mi blog. si vamos a coincidir en alguna carrera, avisa!

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  13. Enhorabuena Fer! Gran crónica. Y con tan solo 26 palos??
    Muy grande, ya estoy esperando para compartir algún entrenamiento contigo y Mario por Ezcaray.
    Sigue así durante mucho años!

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  14. Muchas gracias Pablo!!! Ahora de desconexión general de todo esto pero pronto retomamos y cuando pase el frío de Ezcaray ya quedaremos. Un saludo

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  15. Acabo de leer tu crónica y ya me están dando ganas de volver a hacer un Ironman...
    Espero verte pronto por Ezcaray, tomarnos una cervecita y que me cuentes todo lo que viviste ese gran día.
    Nos vemos.
    Un abrzo.
    Mario Repes.

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  16. Estoy a 23 días de hacer el Ironman 70.3 de Cozumel y encontré tu blog! muy emocionante e isnpirador! Felicidades!

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  17. Estuve buscando info sobre los mareos en el agua, porque el año pasado vomite seis veces en el agua y llegue fuera de tiempo. Este año vuelvo, y por esa razón buscaba informacion sobre el tramo de natacion en Cozumel y encontré tu relato. Estoy en mi oficina llorando. Gracias!!!

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  18. Felicidades , estoy pensando en hacer el 70.3 y después de leer tu entrada me han dado mas ganas felicidades por concluir el reto y gracias por compartirlo

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